El Fin Del Mundo Del Fin

Después de días de asombro de lo que se puede hacer con la enviciante "net", por fin creé este espacio terapéutico y disciplinario. Terapéutico, para hacer catarsis y exorcizar demonios (como algunos {demonios} bien saben); disciplinario, pues como dice el señor Arturo Covacha sirve para coger el ritmo y propósito de siempre estar escribiendo; y espacio.... porque sí.

Friday, August 11, 2006

Turismo Amateur IV




Chinos. Chinos altos, chinos bajos, chinos viejos, chinos arrugados, chinos pecosos, chinos negros, chinos amarillos, chinos pálidos, chinos chinos, chinos japoneses, chinos coreanos, chinos vietnamitas, chinos camboyanos, chinos fijianos, chinos mongoles, chinos gringos, chinas gringas (las pelinegras y morenazas ganan) chinas monas, chinas que no quieren serlo (porque se cambian a las malas, porque cambian su pasado glorioso por un presente robado, que como todo lo robado es a las malas y no se ve bien, porque no se ven bien los chinos de pelo amarillo cantando a lo rockstar, ni las chinas en ombliguera y cachucha hiphopeando y sandugueando, diciendo ‘iou iou’ en vez del maravilloso ‘chop suey’, ‘tamago-san’, ‘gonichiwa’, ‘sayonara', o ‘arigato’), chinos occidentales, chinos colombianos, uno es mi hermano y el otro soy yo.

Nunca había visto tantos chinos juntos.



Julio 27 del 2006

(Esta vez las fotos no son mías. Me tocó acudir a la ayuda del señor Google, porque mi cámara, mi amiga más infiel, falló en mitad del viaje. La madre para ella...)

Tuesday, August 08, 2006

Turismo Amateur III (Haiku)



Dos chinos tocando sólos en una estación
Sola con una lira
Solo con una organeta
Esperando que el tren pase
Para recordar a que suena un aplauso
Un quarter y tres pennies para ellos

Julio 27 del 2006

Monday, August 07, 2006

Turismo Amateur II

Hoy oí tu voz (risa). Claro, no era la tuya porque no estás aquí, estás allá. Pero hasta acá me siguió tu risa, lo cual me alegra, y me da risa. Lo que pasa es que en esta ciudad pasa de todo, y todo me sorprende, todavía. Hoy por ejemplo, se me desocuparon las calles. Yo que salía bien armado, con canuta y lentejuela, bien tieso y bien majo (más que Rin Rin Renacuajo), y lo primero que pasa es que cae eso que acá llaman ‘rain’ (pero que allá le llamamos ‘lluvia’ o en otros lados oí que le dicen ‘pluie’ que es más bonito porque la lluvia tiene que tener ‘l’ porque si no, no es lluvia).

Pero no pude ver lar ‘rain’. Cuando salí a buscarla ya no estaba ni ella ni la
gente. Y eso era lo más bonito que había visto, será porque ya lo había soñado, será porque no era día ni era noche. Las tiendas cerradas, las calles sin carros y la
gente lejos, lejos, tanto que ya ni siquiera se puede recordarlos. Ese silencio ahí, a medias, de ecos largos y sonidos pensados. Oí una gimnopedia, una nomás, la primera, la de Satie, para que se acuerde/oriente. Y la quise tanto porque no había mejor melodía para ese instante, porque lograba condensar perfectamente el tiempo a su deseo, el sonido exacto, silencio, el sonido exacto, silencio, pausa, pausa, paaaausa, martilleo, gota, rain, pluie, lluvia, Satie. Nada logra ser tan equilibrado, ni tener las repeticiones necesarias, tuntin, tuntin, tun-tin, tunn-tinn, lloro, lágrima y compás. Óigala, oriéntese, que la gimnopedia rueda por la calle.






Después pasó en una barca Tracey Thorn. No es muy bonita y mucho menos en persona, pero canta bueno. (Yo le dije que se uniera con ese, con Ben Watt, para hacer un

grupo. ¿Bueno, pero que cómo hacemos pal’ nombre? Y yo pensaba y pensaba y me acordaba de mis días más felices en que lo tenía todo, todo, menos la niña. Todo menos la niña. ¿Y así le ponemos? ¿A qué? Pues al grupo, boy. No se girl.
-Girl
-Everything But The Girl (EBTG, mi mamá musical, luego le cuento el cuento)
-No me robes el crédito, que sólo tradujiste mi frase.
-No, no. Quédatelo, yo ya tengo con la música.
-Y con las letras, y los títulos de las canciones.
-¿Ya oíste “My Head Is My Only House Unless It Rains”?)

“My Head Is My Only House Unless It Rains”, cierto, a eso iba el cuento. Porque llegó Tracey a cantar “My Head Is My Only House Unless It Rains”, y en esa calle vacía volvía a retumbar la música. La música silenciosa, esa que me gusta. Esa música que desocupa el silencio.
Como la lluvia que desocupa las ciudades.
Como la soledad que desocupa el tiempo de cualquier afán.
Como esos días que se desocupan de horas.
Como esa luz que se desocupa de la necesidad de estar ahí y sólo sirve
para que yo te vea.
Como yo que me desocupo de mí mismo.

Y es que por eso es que le digo que en esta ciudad pasa de todo. Imagínese, eso y lo de tu risa.

Julio 21 del 2006

Sunday, August 06, 2006

Turismo Amateur I


Tal vez esta sea la última vez que venga sólo (tal vez es la última vez que venga). Hay que traer a alguien que acompañe a aguantar el calor, a asumir el aire caliente que baja por los rasca(corta)cielos y se queda encima de los párpados. Hay que traer a alguien para que vea lo que es la exageración de este sitio, para poder también exagerar y ser un montón entre esta cantidad de montones. Hay que traer a alguien con quien patear el pavimento de Times Square, para sacudirse todo ese furor que se tenga adentro. Estas calles tienen euforia y yo con esta furia controlada, sólo me dan ganas de arrancar y correr y estrellarme de frente en la frente contra la tienda de MTV. Desangrarme ahí sobre ese andén feliz. Feliz para que los turistas me tomen fotos, mientras yo le devuelvo mi furia a la euforia y mi sangre caliente brilla de acuerdo al letrero que más ladre encima mío. Si acaso, si son buenos y sabe reconocer el talento y el heroísmo, me darán el nombre de alguna street o alguna avenue.



Es que a esas calles hay que devolverles euforia.

Será porque el verano me tiene jincho y llevado de alegría,
o porque todo en esta ciudad lo hacen esperando que todo el aire del ambiente les quepa dentro,
robándoselo al cielo,
para tener una sucursal del cielo,
o el cielo mismo.
Y todo tan cerquita del infierno,
que es el chiste,
y la ironía cumbre.

Julio 13 del 2006